Esta es la historia de amor jamás contada, aquella que esconden los libros, ocultan las sombras y callan las voces. Aquella que el viento nunca quiso susurrar y los hombres nunca quisieron contar porque es tan, tan perfecta, que todo aquel que la oye queda prendado de su hermosura, todo aquel que la vive se enamora con locura de ella y aquel que la siente… Aquel que la siente simplemente se vuelve loco de amor. Porque una historia así nunca debió de ser contada, sólo sentida en una mirada, en un abrazo, en un beso. Sentida en un roce, una caricia, una palabra. Sentida en una canción, un libro, un poema, una danza… sentida en lo más profundo del alma. Y es que, la historia de amor que aquí vengo a relatarles, es aquella mejor guardada: la de la patata y el ketchup.